El semanario Diagonal publica en su último número dos artículos dedicados a los centros de menores.
En el primero de ellos, titulado "Guantánamo para menores" entrevistan a ex-trabajadores y chavales que han estado presos en el centro "Los Rosales". Cabe destacar las declaraciones de ex-trabajadores del centro, que muestran nuevamente que no todo el que se ha empleado en un centro de menores agacha la cabeza y mantiene el silencio sobre los abusos de los que es testigo.
Transcribimos las palabras de uno de los chavales entrevistados, refiriéndose al periodo de "observación" en aislamiento que sufren todos los chicos en el momento de ingresar al reformatorio:
“Al entrar te tratan como a un perro. Antes de saber siquiera si te portas bien o te portas mal, tienes dos vigilantes dándote rodillazos en la espalda y gritándote mientras te sientan. Es como si te hubiera cogido preso el bando contrario en una guerra. Luego te meten en una habitación, en un zulo, te tienen ahí encerrado durante días, porque siempre te dicen dos días pero luego lo retrasan aunque te estés portando bien”.
El artículo completo aquí.
En un segundo texto, el periódico analiza el "suicidio" de Hamid al Amrani en el centro de menores "Picón del Jarama", y cuenta con las palabras de la abogada especializada en menores Sonia Rello. La abogada se refiere a las dificultades que tuvo la familia de Hamid para repatriar el cadaver, así como a algunos de los pasos que se están dando contra quienes por acción u omisión asesinaron a Hamid.
Este segundo artículo presenta un par de errores, debidos seguramente a los obstáculos que se están presentando desde el IMMF para la investigación. El primero de ellos se refiere a las circunstancias concretas de la muerte del chico y el segundo a la situación de su hermano, que no se encuentra en un centro de reforma sino que está en régimen de "protección" de la Comunidad de Madrid.
El artículo sobre la muerte de Hamid aquí.
