viernes, 30 de enero de 2009

Carta a los trabajadores y trabajadoras del IMMF


Debido al dispositivo montado por los antidisturbios, la concentración de ayer se trasladó a la sede central de Ibercaja, en la calle Alcalá.


Allí l@s concentrad@s pasamos cerca de una hora.


Durante la concentración pensábamos repartir este panfleto, que llevaremos personalmente a las puertas del IMMF en los próximos días:


A LOS TRABAJADORES Y TRABAJADORAS DEL IMMF

Nos habéis visto manifestarnos aquí, en la puerta de vuestro lugar de trabajo. Os hemos repartido información, nos habéis escuchado gritar. Algun@s habéis preguntado o nos habéis dado ánimos, otr@s os habéis sumado a las concentraciones, vari@s nos habéis sugerido distintas formas de luchar y la mayoría habéis pasado en silencio.

Con estas líneas queremos dirigirnos directamente a vosotr@s. Como sabéis, desde hace más de 2 años venimos denunciando violaciones de los derechos humanos en centros que dependen del IMMF. El adolescente Hamid el Amrani murió en uno de esos centros, Picón del Jarama. Otr@s chavales han sido hospitalizad@s a causa de hechos sucedidos en el mismo lugar y la situación no parece que vaya a mejorar a corto plazo.

Cuando venimos a protestar, no lo hacemos contra vosotr@s. Más bien nos gustaría que fuese con vosotr@s. Sabemos que a la mayoría os parece injusto que se encierre a adolescentes en celdas de aislamiento, se les medique a la fuerza, se les humille, se les induzca a autolesionarse... y se les convierta en un negocio para los allegados de quienes dirigen el IMMF. Sabemos que os parece injusto... pero nos sorprende que muy poc@s os suméis a las movilizaciones en favor de est@s chavales. No podemos dejar de preguntarnos por qué.

Much@s os estáis esforzando por cambiar la situación “desde dentro”, pero sinceramente pensamos que eso no es suficiente. No se puede resolver sin conflicto el hecho de que cada técnic@ de tutela tramite una media de 200 expedientes, con el desamparo para l@s tutelad@s que eso supone. No puede evitarse sin lucha que cuando personas anónimas e incluso organismos públicos pidan explicaciones a los directivos del IMMF, estos las nieguen. Cuando un niño muere y nada cambia, significa que la situación está demasiado podrida como para resolverla en los despachos.
Paloma Martín o Victoria Ruiz seguirán enviando a niños y niñas a las empresas de sus conocidos políticos, aunque allí se les maltrate y se les convierta en mercancías.

Efectivamente protestar es un riesgo para los trabajadores, y quienes se nieguen a colaborar con el maltrato tal vez sufran represalias. Pero si un día decidisteis dedicaros a esto se supone que fue en conciencia. Cada vez que miráis a otro lado, decís que “no se puede hacer nada” o insinuáis que no es vuestro papel actuar, ponéis una losa más sobre la vida de los niños y niñas tutelad@s.

El cadáver de Hamid ya está en su tierra natal junto a su madre sin recursos. Paloma Martín pretendía que su cuerpo fuese a una fosa común y se negó a repatriarlo, tuvo que hacerlo una fundación marroquí. Otr@s much@s chavales han sufrido daños irreparables. Nuca olvidarán el hacinamiento, la falta de un sitio al que llamar “hogar”, la violencia entre iguales y desde quienes deberían “protegerles”, los gritos de rabia y dolor, los embarazos prematuros, el abandono o las horas solitarias en una celda, sin más actividad posible que dormir o autolesionarse. Pero hay chicos y chicas que aún tienen esperanza.

Esperamos vuestras respuestas, opiniones, críticas e ideas en este correo electrónico: centrosychicxs@hotmail.com

Asamblea contra los Centros de Menores Cerrados
www.centrosdemenores.com